jueves, 2 de abril de 2015

Al rey

Desde el instante primero en que te vieron mis ojos, quedó mi corazón esclavo de tu sonrisa mientras que todos mis sueños fueron uno, con toda tu imagen.
El futuro incierto no se manifestó, supe siempre que el día llegaría, aquel día en que un sólo beso de tu boca cambiaría mi vida y la dirección de mis pasos.
Sólo seguí la luz, la que hacia a vos me guiaba.
Se sucedieron los días, los soles, las flores y las tormentas. Hoy el tiempo nos encuentra juntos, está mi corazón en tus manos y mis manos construyen tu mundo. Mientras ignoro los días que llevamos juntos, ya que para mí serán siempre pocos. Porque escaso es el sol cuando tu cariño me abriga, como pequeño es el mundo cuando a tu lado camino.
Aún cuando una sola mirada tuya reconforte mi espíritu. Aún cuando una sola palabra tuya Ordene mis pensamientos. Aún cuando un solo sueño tuyo sea meta de mis esfuerzos, sabré encontrarte a mi lado y podrás sentirme tuya.
Juntos vimos llegar las noches y juntos nos encontró el mejor de nuestros días, cuando nació el sol de nuestras vidas, la razón de nuestras manos unidas como un manifiesto de nuestro amor inmenso y  la perpetuidad de nuestras almas juntas proyectadas en el tiempo sin descanso por encontrar.